Por qué Petro necesita al ELN
Maduro cuenta con la colaboración de grupos guerrilleros colombianos y Venezuela es garante de la negociación con el ELN. Dicho de otra manera, la paz total necesita nutrirse de una cercana relación con Maduro
La crisis total de la paz diseñada por el Gobierno ha llevado a la opinión pública a preguntarse por qué los negociadores no mandan para el carajo al ELN, a las disidencias de las disidencias, a la Segunda Marquetalia y al Clan del Golfo, si permanentemente asesinan civiles y militares, ponen bombas contra la población civil, revientan oleoductos y cubren de minas el territorio.
El alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, no hace sino quejarse de las prácticas criminales de los malhechores. Denuncia una ofensiva inminente en Quibdó. “El Clan del Golfo, ha decidido apoderarse de la capital del Chocó”, manifestó en el Congreso, y eso no es cosa menor: lo están haciendo asesinando, creando temor o apoderándose de otras bandas que allí operan, como Los Mexicanos, RPS y otras a las que quieren despojar para adueñarse de ese territorio
También escandaliza, tras seis atentados en Arauca de la autoría del ELN, que esa guerrilla haya incinerado tres vehículos en el Bajo Cauca que, de acuerdo con la preocupación del periódico El Espectador, despertaron cuestionamientos a la capacidad de la inteligencia militar para prevenir los ataques.
El ministro de Defensa igualmente se queja del comportamiento del ELN, y el comisionado le agrega: ya se están agotando las posibilidades de paz. A todo este despelote, la respuesta del Gobierno es que la pelota está en la cancha del ELN y que ellos ―el Gobierno― están dispuestos a sentarse en la mesa cuando digan. Y otra más grave aún: el Gobierno les otorgó la figura de gestores de paz a los miembros del Estado Mayor Central (EMC) del grupo de Calarcá que fueron capturados en camionetas de la UNP, para que “contribuyan con su conocimiento y experiencia a la estructuración del proceso de paz con el Estado Mayor Central de las FARC y promover acuerdos y acciones humanitarias”.
La explicación a estos exabruptos es la necesidad de cuidar lo que Maduro llama “nuestros amigos de Colombia”, que lo defienden de aquellos que osen agredir a Venezuela. Esas palabras han sido interpretadas como el apoyo que desde hace tiempo ha tenido el régimen venezolano de grupos armados colombianos asentados en el país vecino. La radicalización del autoritarismo en Venezuela golpea mortalmente a la paz total, porque permite conservar la estructura que mantienen al otro lado de la frontera los grupos armados colombianos que un nuevo Gobierno no toleraría. Maduro cuenta con la colaboración de esos grupos guerrilleros colombianos. Venezuela es garante de la negociación con el ELN. Dicho de otra manera, la paz total necesita nutrirse de una cercana relación con Maduro. Lo más probable es que los grupos ilegales estén del lado del Gobierno contra los transportadores que tienen bloqueado al país.
Como lo sostuvo la investigadora Danna Urdaneta al periódico El Tiempo, la solución política con el ELN y la Segunda Marquetalia pasa por una que supere las causas estructurales del conflicto compartido en ambos lados de la frontera, aunque en el proceso con el ELN la frontera no ha sido objeto de acuerdo ni siquiera para las zonas críticas. A pesar de que formalmente Venezuela es garante y no parte, su mediación en momentos de crisis puede impulsar acuerdos, políticas territoriales binacionales e implementación compartida desde el Estado venezolano. Lo anterior no estaba contemplado en el programa de política exterior de Edmundo González Urrutia. Solamente Maduro se comprometió a ello. Por lo tanto, un eventual gobierno de González no representa una garantía para la paz total.
Newsletter
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.