“Los niños de hoy viven a través de las pantallas. En el circo los devolvemos a la edad que tienen”
Manuel, María y Rafael González Villanueva se criaron entre carpas circenses, animales y acróbatas. De adultos, han aplicado la innovación a la más pura tradición en su proyecto Productores de Sonrisas. Responsables del reconocido Circlassica, en 2023 recibieron el Premio Nacional de Circo
Los hermanos González Villanueva tuvieron una infancia atípica. Su despertador en vacaciones eran los ruidos de la recogida de las carpas y sus mejores amigos, los animales del circo en el que trabajaban sus padres. Décadas después, Manuel, María y Rafael (49, 47 y 40 años respectivamente, todos de Madrid) crearon en 2005 Productores de Sonrisas con el foco puesto en mantener el espectáculo tradicional, pero también en hacerlo innovador y sostenible. Precisamente por esta visión del mayor espectáculo del mundo recibieron en 2023 el Premio Nacional de Circo. María, la hermana mediana, resume así lo que hacen: “Los niños de hoy viven a través de las pantallas y nosotros les acercamos el riesgo, los artistas, las luces. Lo que conseguimos es devolverlos a la edad que tienen”. La compañía, que gestiona espectáculos como Circlassica o Rock Circus, atrae anualmente a más de un millón y medio de personas.
El coche que acompaña este viaje
Renault Scenic
En el vídeo que encabeza este contenido, los hermanos González Villanueva conducen un Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico para viajar por los lugares que les inspiran
La historia de esta familia comenzó en los 60 con el viaje de sus padres desde Extremadura a Madrid para buscarse la vida. Sin saber nada de circo, en su camino se cruzó Arturo Castilla, el empresario (y payaso) que dirigía entonces el Circo Price, y comenzaron a trabajar en él. Los hermanos nacieron en ese entorno, aunque llevaban la rutina de cualquier niño, excepto en vacaciones, cuando se sumaban a las giras por España. “No se me ocurre una infancia mejor”, reconoce Manuel, el mayor. Por su parte, María, que se inició en el circo como acróbata, no puede evitar emocionarse al volver a ponerse frente a los focos: “Se me mezclan esas emociones del pasado y las del presente y me cuesta hablar”, reconoce.
Porque la gran virtud de estos hermanos es haber juntado la magia del circo de antes con la vanguardia del mundo de hoy para ofrecer espectáculos en los que innovación, tecnología y dinamismo se dan la mano. Para ello, no dudan en viajar, ver nuevos números, crear escenografías diferentes, generar material audiovisual o, incluso, traer a España tradicionales números circenses de otros lugares para exhibirlos aquí por primera vez.
Respeto al pasado, libertad con responsabilidad y disciplina. Algo necesario para que, como indica el hermano más pequeño, Rafael, todo funcione como un engranaje: “Cuando sale la primera persona del público por la puerta, todo el mundo ya se prepara: los artistas cambian el traje de luces por el mono y comenzamos a desmontar”. Por poco tiempo. Porque, en breve, el espectáculo continuará.
“Esperamos que toda la pasión y todo el amor que hemos puesto por este arte, que es el circo, sea el comienzo de un largo camino”
Hermanos González Villanueva, el circo de siempre con la mirada de ahora