Reducir la mortalidad de esta enfermedad pasa por dos estrategias: la prevención primaria, que intenta erradicar el tabaquismo, y la secundaria, que busca identificar el tumor en una fase precoz, cuando aún hay opciones de curación
Las patologías hepáticas pueden evolucionar hasta llegar al hepatocarcinoma, el tipo de cáncer de hígado más frecuente, que es necesario abordar en estadios tempranos. El problema en ocasiones es detectar al paciente crónico porque ante la ausencia de síntomas puede vivir ignorando que tiene esa enfermedad
El cáncer no es una única enfermedad, sino cientos. Identificar el tipo concreto para decidir el abordaje específico a cada paciente es el objetivo de los tratamientos más avanzados y aún no generalizados
Para hallar el tratamiento más adecuado al cáncer más letal es necesario identificar con exactitud el tipo de tumor. La investigación también avanza en este sentido con sistemas cada vez más sofisticados como la biopsia líquida o la inteligencia artificial
Portar una mutación no necesariamente significa que se desencadene un tumor, pero si conlleva un riesgo aumentado de padecer algún tipo de cáncer a lo largo de la vida, por lo que la mujer se enfrenta a la encrucijada de elegir entre revisiones o cirugías preventivas. La pregunta es: ¿tiene suficientes apoyos para decidir?
Fuertemente marcado por el estigma, el cáncer hepático no está visibilizado entre la población. Menos conocido aún es un subtipo de cáncer de hígado, el cáncer de vías biliares, para el que apenas hay opciones terapéuticas
El abordaje del cáncer de mama ha experimentado una revolución en los últimos 50 años, gracias a la cual se ha mejorado de forma significativa la supervivencia de las mujeres (y hombres) que lo sufren. Pero todavía quedan retos por superar
Cada vez son más las personas que viven con un tumor. Los avances en la investigación oncológica buscan mejorar la vida de los pacientes en todos sus ámbitos: personal, familiar, laboral…
Las terapias dirigidas contra las alteraciones moleculares responsables del crecimiento y de la agresividad de los tumores han multiplicado al menos por dos la media de supervivencia de los pacientes
Un 20% de los tumores de mama no tiene cura, de momento, pero las nuevas terapias, más eficaces y con menos efectos secundarios, han duplicado los años de supervivencia de las pacientes y han mejorado su calidad de vida