Broncano presenta ‘La revuelta’ en RTVE: “Sánchez no nos ha pedido hacer este programa”
El cómico traslada a su equipo a La 1, consciente de la expectación y polémicas que ha levantado: “Se ha convertido innecesariamente en un asunto de estado buscando intereses mediáticos, personales y partidistas”
Un programa de humor “convertido en cuestión de estado”. Así ha definido David Broncano lo que le ha pasado en los últimos meses con el fichaje que le lleva a ser el buque insignia de RTVE. “Se ha dado por hecho, casi como un axioma, que desde Moncloa se pidió que había que hacer este programa, y eso nadie lo cuestionaba. Sánchez no ha pedido hacer esto. No es como si traen al primo del pueblo; TVE llevaba años pidiéndome hacer cosas. No sé si en Moncloa les parece bien o mal, ni creo que sea relevante”. El cómico y su La revuelta se presenta desde ya como parte del servicio público: “Han dicho que venimos a aprovecharnos de lo público, y, es al revés, nosotros ya teníamos un contrato buenísimo en Movistar. Mi intención es sumar a lo público, y estoy orgulloso a contribuir con mi trabajo a que la televisión pública sea fuerte”.
Lo que está claro es que Broncano ha vuelto. O, dicho en términos de su nuevo programa, ha revuelto. El presentador ha completado en seis años el ciclo que va desde cómico rompedor en un pequeño teatro en la nocturnidad de Movistar Plus+, a cabeza de cartel de la nueva temporada del ente público español, rostro del disputado horario previo al prime time. Y así lo ha presentado RTVE en su puesta a punto del año en el FesTVal. La revuelta del humor, de la incomodidad y, por supuesto, de la polémica. “Se le ha dado una importancia a un programa gigante. Yo soy cómico y lo único que hago es que la gente se ría”, apunta ya cubriéndose las espaldas. Lo ha hecho, de momento, eso sí, a 350 kilómetros del mundanal ruido que llega desde Madrid, en la mucho más tranquila, y verde, capital de Euskadi, Vitoria. Y dejando claro que La revuelta básicamente mantendrá el 90% de la extinta La resistencia, aunque ahora todo será mirado con lupa. “Por primera vez el programa va a ser visto como entero por más gente”, reconocía el cómico en el FesTVal en un corrillo con periodistas antes del estreno del programa el próximo nueve de septiembre, frente a El hormiguero y Babylon Show. La batalla de audiencia, eso sí, la da por perdida: “Sé que van a ganar ellos”.
Para llegar hasta aquí, Broncano es consciente, sin embargo, de que su contrato llevó a la corporación a una gran crisis institucional. Las primeras negociaciones sobre su fichaje empujaron las destituciones de la anterior presidenta interina del ente público, Elena Sánchez, del director de contenidos generales, José Pablo López, y del secretario general, Alfonso Morales. “No lo llevé con gusto porque se había llegado a un acuerdo inicial. El problema es que en cualquier canal hay peleas, pero esto se filtraba a cada minuto. Iba a ser una cosa fluida, pero se enfangó tanto que complicaba el proceso, y ponía en peligro a decenas de trabajadores”, reconoce Broncano. Es en ese punto en el que se ha querido poner serio un entrevistado que a menudo rehúye a la prensa y se refugia en el humor y el sarcasmo para que no se sepa demasiado de él. Si bien reconoce que a él no le afectaba a nivel personal, ya que “va con el trabajo”.
Broncano reconoce que él es “muy tranquilo y pragmático”, que tampoco se lleva “grandes disgustos”, y aprovechaba para bromear sobre su privilegio en la rueda de prensa: “Tengo mucha suerte y estoy de puta madre. No me puedo quejar. Soy joven, fuerte, me divierto en mi trabajo, llego andando, trabajo dos horas al día y está muy bien renumerado”, aunque ahora tendrá que cuidarse de no llegar tarde a la emisión.
A vueltas con el dinero
Tras el terremoto de destituciones, unos días después de la escalada del enfrentamiento en la corporación RTVE, y ya con Concepción Cascajosa como nueva presidenta, se aprobó la contratación de dos temporadas de este formato heredado de Movistar Plus+, a razón de 14 millones de euros cada una. El presupuesto también fue causa de numerosas controversias, si bien cada uno de los 150 episodios contratados de La revuelta costará en realidad unos 90.000 euros, menos que los 130.000 por capítulo de la serie diaria 4 estrellas, que ocupaba antes esta franja. “Tratan de hacer ver cosas del programa que no son reales, publican que yo cobro 14 millones al año, y sé que hay gente que no lo entiende y lo dan por hecho, eso me parece normal, pero otros saben y lo usan”, responde. Broncano ha insistido en que el asunto del dinero, algo tan comentado cuando entrevista a sus invitados, es algo que se ha llenado de “noticias falsas” para atacarlo personalmente: “Me incomodó la utilización de la polémica desde distintos sitios usando mi nombre con intereses políticos. Se ha convertido innecesariamente en un asunto de estado buscando intereses mediáticos, personales y partidistas”.
El presentador, acompañado por Ricardo Castella y Grison en la rueda de prensa, ha aprovechado para responder a algunos de los titulares o comentarios que se han hecho sobre el coste del programa en estos meses: “Con este dinero no se evita que haya medios para hospitales, enfermos, o la Guardia Civil. La gente que lo propaga sabe que es falso. TVE tiene un presupuesto estanco y no se quita de un lado para dar dinero a otro. El dinero que nos dan a nosotros nunca iba a ir a otra partida. Y esos comentarios nos ponen en una situación bestia en la que parece que se lo quitamos a los niños”.
La pregunta es cómo quedará en la lucha a tres bandas. Tras semana y media de emisión, y dos noches frente a El hormiguero, Babylon Show se ha establecido de momento en alrededor del 6,5% de cuota de pantalla y una media inferior a los 800.000 espectadores. Este martes, el programa de Carlos Latre en Telecinco, con 744.000 espectadores, se quedó a 12,2 puntos de su rival directo, que recibió a Leo Harlem en su plató, que sumó 2,1 millones de televidentes. En agosto, la serie 4 estrellas en La 1 hizo mínimo de espectadores, con 586.000 de media, y se mantuvo también en el 6,4% de porcentaje de audiencia, aunque en su primer enfrentamiento contra Pablo Motos se quedó en un 5,4%, por debajo también de Latre. “Este es un proyecto a largo plazo, no me quita el sueño, es imposible competir en audiencia ¿Cuánto hizo El hormiguero, un 35%? Van a ganar ellos”, reconoce Broncano.
David Broncano es un subnormal.
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) September 3, 2024
También desde RTVE han dado ese espacio de confianza en la rueda de prensa: “La revuelta es puro RTVE. Por un lado, trata con inteligencia al espectador, hay muchos invitados que no estarían en otro sitio (se impulsó el deporte femenino o a artistas hoy internacionales) y su participación con el público muestra la diversidad de España”, ha explicado Agustín Alonso, delegado de contenidos: “No venimos a ganar. Esto nos tiene que llevar a creer en otras pantallas, y no solo en lineal, en la audiencia joven, en quienes lo vean dos horas después, en RTVE Play o en fragmentos. Eso también nos da relevancia”.
Son conscientes, es lo que les piden y así lo presentan, de que La revuelta, como dijeron en sus redes —que han pasado de cuatro millones de usuarios a 32.000— será “la misma mierda con otro nombre”. Los mismos colaboradores, el mismo teatro (”parece un ministerio al que han entrado grafiteros”) y un tono que mantendrá, aunque ahora se mirará con lupa cada una de sus declaraciones. En su mismo ambiente caótico, todavía Broncano no parecía saber ni la hora de comienzo (”¿es 21.40 o 21.45″) ni sus primeros invitados, aunque apuesta por tener a Mariano Rajoy en su primera semana “para que nos cuente cómo es ser registrador de la propiedad y porque es un tipo gracioso sin quererlo”. ¿Y el presidente Pedro Sánchez? “No tengo ni idea. Pero guay si el programa le parece bien a Sánchez, a Feijóo, o a quien sea”, apunta conciliador.
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